Un edificio de Villa Urquiza, en el que funciona un centro de jubilados en la planta baja y una vivienda de entre 20 y 25 personas en la planta alta, fue demolido sin previo aviso por la Policía Metropolitana, que llegó al lugar "utilizando martillos neumáticos" y tiraron las paredes con los residentes todavía en el lugar.
Los habitantes intentaron frenar a los agentes tirando agua hacía abajo y lograron que se dieran cuenta que todavía estaban ahí cuando ellos abrían un agujero de dos metros en una de las paredes.
El predio en donde está ubicada la construcción pertenece al gobierno de la Ciudad pero el espacio es ocupado desde hace más de 20 años y sus vecinos nunca tuvieron una mediación para que se fueran.
En el lugar también funciona un comedor y un centro de actividades para los vecinos, en donde se da karate, taekwondo y apoyo escolar, entre otras.
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